Parece ser que las horas de Manuel Aguirre al frente de El Diario de Juárez y El Diario de Chihuahua, están contadas, pues evidente su fracaso en la negociación que Oswaldo Rodríguez Borunda, propietario de los diarios le encomendó.
Ya en la dirección editorial empiezan a buscar opciones del relevo dentro de la misma redacción, porque simple y llanamente, el periódico que en el pasado llegó a tener un gran prestigio va en picada, sin credibilidad y sin ventas.
El fracasado Manuel Aguirre está a punto de salir de El Diario porque no ha logrado cumplir los caprichos de Oswaldo Rodríguez, y los antecedentes de este gángster del periodismo es que quebró al periódico El Norte de Juárez, no avanzó en la transparencia del Ichitaip y lo dejó destruido, y ahora está por quebrar a El Diario de Juárez y toda su cadena en un logro más de su mediocre carrera de pseudo periodismo.
Manuel Aguirre Ochoa fue contratado con la finalidad de golpear mediáticamente al gobierno del estado, pero esa estrategia ha tenido un efecto boomerang, pero para desgracia del medio en el que trabaja, pues la circulación de dicho medio ha disminuido de manera drástica.
Manuel Aguirre hoy critica lo que tanto ha sido, pues no hay que olvidar que en los tiempos del Duartismo se insertó con calzador en el Instituto Chihuahuense para la Transparencia y Acceso a la Información Pública (Ichitaip).
Candidatos había para ocupar ese cargo, pero fueron sus “buenos oficios”, los que sirvieron para que el entonces gobernador del estado, César Horacio Duarte Jáquez le hiciera el “favor” de acomodarlo al frente del un organismo del cual no tenía la más mínima experiencia.
Ahora sí que a Aguirre Ochoa le sucedió como la fábula de “El Burro que tocó la flauta”. Y en el Ichitaip solo se dedicó a servir a su amo César Duarte, y para lo cual se dedicó a “proteger” fiel escudero de toda la información que pudiera ser negativa para el gobierno duartista.